Cuando se trata de realizar mediciones acústicas, nos encontramos frente a instrumentos como el decibelímetro y el dosímetro, cuyas funciones parecen muy similares, pero en realidad son diferentes y brindan resultados que ayudarán a tomar decisiones importantes en la industria, almacén, fábrica o incluso en construcciones y carreteras para controlar el nivel de ruido y, con ello, disminuir la contaminación sonora que causa daños a los seres vivos y la naturaleza.
Alicia Teja Zuñiga indica que los sonómetros o decibelímetros se utilizan para medir la exposición sonora en el ambiente, o en entornos de trabajo específicos, son equipos grandes que frecuentemente vemos en las zonas de despegue de aeropuertos, área de máquinas de una fábrica, en carreteras y caminos con alto tránsito vehicular, entre otros sitios.
Se dividen en Clase 1 y Clase 2. Los primeros tienen el margen de error de medición más pequeño, por lo que son muy fiables y precisos, ya que deben cumplir con normativas estrictas y brindan mediciones acreditadas que pueden usarse como evidencia legal; son recomendados para laboratorios, evaluaciones de tránsito, construcciones acústicas, mediciones ambientales, entre otras aplicaciones.
Por su parte, los Clase 2 son medidores generales que se utilizan para evaluar el ruido en el trabajo o a nivel ambiental, en el sector del entretenimiento, construcciones, higiene industrial y tránsito vehicular, pero los resultados que brindan no se pueden utilizar como evidencia.
Ahora bien, los dosímetros son medidores de ruido de un tamaño más pequeño que el sonómetro o decibelímetro, y miden los niveles de exposición sonora de forma individual, para lo cual debe haber una persona asignada que lleve el aparato en el cinturón o los hombros.
De acuerdo con Héctor Toledo Teja, el uso de un dosímetro se recomienda para medir el ruido en espacios confinados, o bien, para tener el resultado de la exposición en un día laboral completo, en distintas áreas de la fábrica o de las instalaciones de la empresa, sin distraer, molestar o interrumpir el trabajo de los empleados, ya que son equipos pequeños, portátiles, ligeros y discretos. Incluso se pueden realizar mediciones diarias por periodos semanales o quincenales para tener resultados precisos en diferentes momentos.
La elección del equipo adecuado es fundamental para asegurarse de que la medición sea correcta, certera y que se cumpla el objetivo de mantener controlada la emisión de ruido, que puede ocasionar lesiones auditivas a las personas expuestas, al grado de hacerles perder la audición y disminuir sus capacidades cognitivas, su salud y calidad de vida.