Básicos que debes conocer sobre el proceso de biodegradación de los plásticos

En la actualidad, encontramos bolsas biodegradables y otros productos de gran calidad y que son responsables con el medio ambiente. Muchas empresas fabricantes de plásticos se han comprometido en la búsqueda de soluciones para el hogar y la industria que se adapten a distintas necesidades, fabricándolos a partir de procesos y materias primas especiales para la biodegradación y oxo biodegradación, de modo que se pueda reducir el daño que las actividades humanas han provocado en el ambiente.

Hoy te contaremos en qué consiste el proceso de biodegradación para que elijas estos productos con toda la confianza y certeza de estar ayudando al planeta.

La biodegradación es un proceso que consiste en la descomposición de materiales o alimentos gracias a la intervención de organismos vivos, principalmente de bacterias y hongos. Así, al hablar de productos biodegradables nos referimos a aquellos que tienen la propiedad de reintegrarse a la naturaleza por la acción de elementos naturales.

En la biodegradación de los plásticos, primero se unen los microorganismos a la superficie de los polímeros, estos producen enzimas que usan al polímero como fuente de carbono y rompen la cadena polimérica en fragmentos con bajo peso molecular. Posteriormente, los polímeros del plástico se degradan a CO2 y agua, en condiciones aerobias, o bien, a biogás en condiciones anaerobias.

Además, los polímeros se degradan en oligómeros o monómeros, los cuales se pueden recuperar para ser utilizados en la síntesis de nuevos productos desechables y ecológicos.

Los productos que no se biodegradan, que en su mayoría son aquellos que utilizamos para cubrir diferentes necesidades, fabricados a partir de procesos industriales, provocan deterioros en el entorno y llegan a ocasionar alteraciones en los ecosistemas, llegando incluso a su destrucción.

Esto no afecta únicamente a los seres vivos, incluyendo a los humanos, sino también a la tierra, el agua y otros elementos que resultan fundamentales para la vida de todos quienes habitamos en el planeta.

Para evitar o reducir el impacto negativo que tienen los materiales no biodegradables, se recomienda optar por los que sí lo son, de esta manera se reduce el tiempo requerido para su descomposición, los tóxicos y contaminantes que se desprenden en forma de gases durante el proceso de desintegración.

A pesar de que los hábitos de la sociedad humana actual nos llevan a requerir ciertos productos que no son biodegradables para cubrir nuestras necesidades, ya existen alternativas que son mucho más amigables con el medio ambiente y un ejemplo de ello son los cubiertos ecológicos, las los cuales se hacen con materias primas biodegradables, por lo que se desintegran al cabo de poco tiempo por medios naturales.

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