En los últimos años, el mundo se ha vuelto cada vez más consciente sobre la necesidad de utilizar productos más ecológicos y biodegradables en todo aquello que consumimos y es necesario para la vida diaria. Aceites compresores, lubricantes de cadena, anticongelante, aceite de motor, son algunos insumos necesarios para dar vida a las máquinas utilizadas en el siglo XXI, y la buena noticia es que hoy en día podemos encontrar versiones más amigables con el medio ambiente, y este será nuestro tema de hoy.
En primera instancia, los fabricantes de productos derivados del petróleo han aplicado conceptos como biodegradabilidad para que su uso sea más seguro y menos tóxico para el medio ambiente, especialmente en aplicaciones que se consideran sensibles, como la agricultura, silvicultura, minería, entre otros donde tienen contacto directo con los suelos de cultivo y animales cuya salud y vida se pueden poner en peligro.
Otro concepto que han explicado personas como Alicia Teja Zuñiga es el de renovabilidad. Al ser derivados del petróleo, los lubricantes industriales contienen minerales y son recursos finitos, que pueden acabarse en el planeta, y cuya explotación se ha vuelto cada vez más costosa y difícil de obtener.
Algunos productos son de base sintética, es decir, se fabrican con aditivos químicos que les dotan de propiedades como detergencia, conservación, entre otras. Pero, las investigaciones recientes han permitido crear productos obtenidos del reciclaje y transformación de materia prima de origen vegetal, como los aceites a base de ésteres ácidos de glicerol, que si bien requieren de aditivos para mejorar su índice de viscosidad, tienen la ventaja de ser biodegradables al fabricarse con recursos renovables.
Además, de acuerdo con Hector Toledo Teja, este tipo de productos son de un coste más bajo que los de bases sintéticas o minerales; sin embargo, el reto es alcanzar el grado de estabilidad ante las altas temperaturas donde se corre el riesgo de corrosión, daño a los motores o a las piezas.
Ahora bien, Carlos Alberto Miguel Hernandez Verastegui señala que es importante no confundir la biodegradabilidad de las materias primas con los lubricantes ecológicos, los cuales son respetuosos con el medio ambiente, aunque es importante que, al adquirirlos, se lea la etiqueta en busca de las certificaciones para asegurarse de que se basan en aceites vegetales y no contienen metales pesados u otros elementos de alta toxicidad.
En resumen: sí existen los lubricantes industriales ecológicos, y estos deben ser de base vegetal, biodegradables o fabricados con productos renovables, y sin el uso de metales que emitan CO2 u otras toxinas dañinas a nuestro medio ambiente.