Uno de los mayores desafíos en todo el mundo es la elevada cantidad de desechos, que no solo generan malos olores y una mala apariencia de las calles, sino también impactos perjudiciales para la salud y el medio ambiente debido a la contaminación de suelos y agua.
A pesar de las legislaciones en materia de recolección de residuos en las grandes ciudades, el mantenimiento aún es un problema que provoca enfermedades como alergias, cáncer y defectos congénitos debido a los residuos tóxicos que contaminan las aguas, suelos y el entorno en general.
La generación desmedida de basura se relaciona con
- Bacterias, insectos, entre otras alimañas. Los vertederos, calles sucias de basura y contenedores desbordados son caldos de cultivo para bacterias, insectos, ratas, entre otros animales que dejan bacterias en los alimentos, incrementando el riesgo de salmonella, la cual provoca fiebre tifoidea, fiebre entérica, gastroenteritis, entre otros malestares.
- Contaminación del aire y enfermedades respiratorias. Las sustancias tóxicas de los desechos incluyen dióxido de carbono, metano, óxido nitroso, entre otras que provocan enfermedades en la población y dañan nuestro medio ambiente.
- Contaminación del agua. La basura cambian la composición química del agua, lo cual afecta a todos los seres vivos que beben del líquido contaminado, debido al desecho desmedido de baterías, pinturas, aceite usado, entre otros productos de uso común que se tiran sin pensar en el impacto que tendrá en el medio ambiente.
- Daño a la salud del personal de limpia. Recoger y manipular basura es un trabajo de alto riesgo de infecciones cutáneas o en la sangre mediante heridas abiertas, accidentes a causa de objetos filosos o contaminados con virus de personas enfermas, así como enfermedades derivadas de los insectos que se alimentan de los desechos orgánicos descompuestos.
La falta de control de los residuos es malo para el bienestar de las personas y peor aún para nuestro medio ambiente. Todos queremos vivir en lugares limpios y saludables, donde nuestros hijos puedan crecer sanos; además, una ciudad, colonia o calle maloliente, con basura por todas partes no atrae a los turistas, y tiene un aspecto de abandono que a nadie le gusta.
Con ello, las zonas dejan de ser atractivas y también pierden las oportunidades de empleo que podría haber si se implementara un programa adecuado de manejo de desechos y las personas fueran más conscientes de la basura que tiran a la calle, para evitar el desperdicio de objetos que aún pueden reciclarse.