Escrito por: Mariel Hernández Maldonado
Cada año dedicamos un día entero al planeta y tratamos de hacernos conscientes día a día de las consecuencias que puede traernos el no pensar de una manera ecológica, pues al final de cuentas, este lugar del que extraemos todos los recursos que utilizamos, es el lugar en donde vivimos y vamos a vivir por un buen rato. Es bien sabido que las empresas, las industrias y las oficinas son quienes más contribuyen a la contaminación masiva, pero poco se habla de cómo evitar estos daños en su mayoría irreversibles.
Muchas veces tendemos a pensar que son pocas o nulas las acciones que podemos llevar a cabo para reducir la contaminación global, sin embargo si trabajamos en una oficina son muchos los cambios que podemos hacer para tener un resultado significativo, ¿cómo hacerlo?
- Transporte inteligente. La bicicleta es el transporte de moda que ayuda al planeta a no cargar con tantas emisiones contaminantes, sin embargo no para todos es una opción trasladarse al trabajo en este transporte, pues hay que llegar presentables. Lo que podemos hacer dentro de nuestra oficina, es fomentar el transporte compartido, que esa persona que siempre viaja sola se organice para llevar a algunas personas que vayan para su destino. Ciertas compañías dan incentivos monetarios a quienes llegan en bicicleta.
- Disminuir el uso de papel. La tecnología nos ha permitido pasar los documentos al plano virtual por medio de scanners que reconocen incluso caracteres escritos a mano podemos digitalizar nuestros documentos evitando así las molestas impresiones de hojas y hojas para contratos, minutas y otros documentos. Otra manera de disminuir el uso de papel es poner un bote específico para papel a reciclar.
- Vampiros energéticos. Es importante poner a cargo a una persona que siempre esté pendiente de aquel enchufe, cargador o lámpara que no se esté usando y esté conectada y los desconecte para ayudar a ahorrar energía. Hay temporizadores que nos pueden ayudar a apagar todo tipo de aparato, esto puede ser activado cuando ya haya terminado el horario laboral.
Son pequeñas acciones que parecieran no tener mucha importancia, sin embargo nos dan la oportunidad de hacer una pequeña diferencia, así también aprendemos y enseñamos en la oficina que no toda la energía que activamos terminamos utilizándola y que todas las emisiones que provocamos, no son tan necesarias. Caminar, reciclar hojas de papel, desconectar aparatos, cerrar llaves de agua, evitar prender las luces antes de que obscurezca, todas son acciones en pro del medio ambiente y por lo tanto de nosotros.
En México se producen anualmente 300 toneladas de basura tecnológica, entérate aqui.