Los animales: la cara olvidada del medio ambiente.

Todos sin duda hemos notado las importantes modificaciones que ha tenido en su comportamiento el medio ambiente. Tanto grandes como chicos pueden notar las estaciones del año siendo modificadas, los excesos en los calores, en los vientos, en las lluvias, en los descongelamientos, en la extinción de especies, en la contaminación, etc., todos sabemos que está pasando, pero pocas personas se explican a qué se deben tales cambios, a nuestro parecer todos somos personas correctas y que ayudan a mantener los espacios limpios, pero sin conciencia de nuestra realidad y de las otras especies vivas que nos rodean, es difícil llegar a un cambio verdadero.
La mayor parte de las iniciativas del medio ambiente van a favor de ayudar a restablecer las zonas verdes olvidadas, los bosques deforestados, las carencias del agua, etc., pero pocas de ellas se centran en los animales, no solamente en cómo se les trata, sino cómo se les produce y para qué se les utiliza. Es obvio que una parte elemental de nuestra biosfera son los animales, los humanos caemos muchas veces en el error de que todo lo que necesitamos para sobrevivir es de nosotros mismos sin sentarnos a reflexionar acerca de los daños que hacemos a nuestro entorno solamente por el hecho de “sobrevivir”.
Las granjas de crianza, los estudios de laboratorio, los cazadores deportivos, las corridas de toros, , las carreras de galgos y de caballos, las caras pieles y los domadores de los circos, son solo algunos ejemplos de los malos usos que les hemos dado a estos importantísimos elementos de nuestro medio ambiente. Generalmente no somos conscientes de todo el mal que podemos hacer comiendo comida rápida, comprando a un perro en una tienda de mascotas o peor aún, comprando a una especie en peligro de extinción ya sea en una de estas tiendas o en un mercado clandestino.
Ellos, como nosotros, forman parte de una importante cadena que de ser interrumpida, evidentemente traerá consecuencias. Nunca se alerta a las personas acerca del consumo de huevos de tortuga o de codorniz y de las importantes repercusiones que esto le trae a nuestro medio, nunca nos enteramos de lo malo que puede ser seguir ayudando a que los laboratorios cosmetológicos y farmacéuticos experimenten sus productos en animales, ya que lo que hacen en realidad no es lanzar al mercado un producto que no sea dañino para la salud, sino que sencillamente el daño lo hace a largo plazo sin que nos podamos dar cuenta de los daños inmediatamente como lo hacen los animales en el laboratorio. Ayudar al medio ambiente puede significar más que cerrarle al grifo del agua al lavarnos los dientes.