Escrito por: Mariel Hernández Maldonado
Los productos que usamos para el cuerpo entre más naturales son mejores pues no dañan a largo plazo nuestra salud y apariencia y sabemos lo importante que es para el autoestima lucir bien. También sabemos lo caros que pueden llegar a ser estos artículos naturistas cuando los compramos en las tiendas y aunque busquemos cuidar nuestra salud, la economía nos devuelve a los típicos jabones con olor a “frescura frutal”.
Hoy gracias a Internet podemos encontrar un sinfín de tutoriales que nos dan las claves para hacer muchas cosas de manera sencilla, una de ellas: jabones 100 por ciento naturales. Hoy te daremos la receta para hacer un jabón con materiales fáciles de conseguir y que ayudará a tu piel a quedar reluciente, suave y joven por más tiempo.
Primero debemos asegurarnos de tener todos los ingredientes a la mano, vamos a necesitar:
- 4 ramas de sábila o aloe vera
- 2 pastillas de jabón de glicerina
- 4 cucharadas soperas de miel de abeja
- 100 ml de aceite de oliva
- ralladura de limón
Lo primero que debemos hacer es sacar la pulpa de las ramas de sábila, esto es sencillo: le quitas las espinas con un cuchillo, cortas la rama por la mitad y con una cuchara o espátula de madera raspas suavemente hasta que toda la pulpa quede fuera. Es importante no dejar pedazos de piel.
Ya que tengamos la pulpa apartada, tomamos un recipiente de vidrio, las dos barras de jabón y las metemos al horno para que se derritan; dos o tres minutos bastarán.
Una vez derretidas por completo las barras de jabón, agregamos la sábila con la ralladura de limón y las cucharadas de miel y agitamos de preferencia con un globo de cocina para que se integren completamente. Una vez que esté integrado calentamos un poco el aceite de olivo sin que llegue a hervir, pues pierde sus propiedades; ya que esté tibio lo agregamos poco a poco a la mezcla hasta que quede una masa homogénea.
Tomamos moldes con la forma que queramos hacer los jabones, pero deben ser de plástico para que podamos despegarlos totalmente. Una vez vertidos en los moldes los llevamos al refrigerador y esperamos de preferencia un día para que cuajen completamente, los sacamos y están completamente listos tanto para usarse como para guardarse o regalarse.
Hay muchas cosas que se pueden hacer con ingredientes caseros, ¡Inténtalo!