Una de las mayores preocupaciones sobre las implicaciones de la vida en la Tierra, es el consumo de energía que genera la producción de las actividades cotidianas, es por ello que los científicos están constantemente buscando maneras de generar energía sin repercutir en la extinción de las materias con las que se fabrica.
De las energías, la solar es la más prometedora, ya que el sol durará para siempre y es gratis. Es por ello que se busca la manera de que las personas comiencen a utilizar este tipo de energía alternativa que puede ayudar en gran medida al planeta y medio ambiente, y además de todo se estima que en unos cinco años, serán la energía más barata.
Diego Solis, colaborador del Instituto de Investigaciones en Materiales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), comentó que si se pudiera captar toda la energía que nos llega del sol por seis horas, tendríamos suficiente para abastecer al mundo durante un año, además agregó que toda la energía que se puede extraer de fuentes fósiles (carbón, petróleo y gas) equivale a la que irradia nuestra estrella en 20 días, por lo que el objetivo es buscar nuevas formas de colectar esta energía.
Se estima que la población en el mundo tiene un consumo de energía anual de 1.3 x 10 terawatts por hora, y el sol irradia tres órdenes de magnitud más de energía cada año, por lo que si una parte del planeta se cubriera con celdas solares, se podría satisfacer las necesidades de energía del planeta.
Además de todas las ventajas en cuanto a cuidado del medio ambiente, esta energía cada vez irá disminuyendo sus precios en cuanto a los precios de los paneles y su instalación. Las celdas solares tienen una garantía de 20 años e incluso podrían resistir hasta 35 años con una pérdida mínima de eficiencia.
La inclusión de México en este tipo de energía es muy favorable por la ubicación que tiene nuestro país, el cual es considerado incluso el tercer territorio con mayor potencial. Además los paneles son elaborados con silicio cristalino o policritalono y este elemento es el segundo elemento que más abunda en la corteza de la tierra.
Aunque no todo es tan bueno, una de sus grandes desventajas en este momento son los costos, sin embargo, el investigador calculó que en un breve periodo estos podrán disminuir y se convertirá en la energía más barata.