Escrito por: Mariel Hernández Maldonado
Para contestar esta pregunta primero tendríamos que aclarar qué es la comunicación y cómo funciona, pues más allá del lenguaje existen diferentes maneras en las que los seres vivos se comunican entre ellos y fallamos en pensar que si no lo hacen por medio de palabras, no tienen la capacidad de hacerlo. Las abejas, las hormigas, las polillas e incluso las moscas tienen códigos de comunicación que rebasan el lenguaje humano y que les ayuda a organizarse, aparearse y subsistir.
Dado que la comunicación se define como el intercambio de información entre dos o más individuos, podemos decir que mientras una hormiga deje una fragancia para que otra la siga, se están comunicando, pues ahí está el emisor -la hormiga que emite- y el receptor -la hormiga que recibe-, siendo esta capacidad innata lo que les permite a las colonias mantener la increíble organización que las caracteriza.
Existen diferentes maneras de comunicarse entre los insectos, desde huellas acústicas hasta cambios físicos que al ser percibidos por otro organismo da a entender un mensaje que puede no ser obvio para el ojo humano; siendo esta característica una de las armas más efectivas de sobrevivencia.
Los insectos pueden utilizar la comunicación para diferentes cosas:
– Reproducción. Esta es una de las principales razones por la que los insectos buscan comunicarse.
– Identificación. Ya sea para encontrar a otros de su especie o para advertir su presencia.
– Localizar recursos. Otro aspecto muy importante de la comunicación entre insectos es conocer el lugar en donde pueden encontrar comida o un lugar seguro para instalar su nido.
– Alarma. Cuando hay un peligro inminente muchos insectos usan olores o sonidos para comunicar a sus compañeros que algo se aproxima.
– Para defender su territorio.
– Como sistema de camuflaje.
Los casos más investigados sobre comunicación entre insectos son las hormigas y las abejas, pues su manera de pasar mensajes es muy clara y eficiente, tenemos en las hormigas el llamado “tandem running”, un tipo de contacto que aunado al camino de feromonas, ayuda a las hormigas por medio del tacto a saber a quién deben seguir al nuevo hogar o a la fuente de alimento; hacen contacto con sus antenas, se pasan el mensaje y después se siguen hasta formar las largas filas de hormigas que todos hemos visto.
Las abejas son expertas en vuelo, por lo que su manera de comunicar nuevos lugares de comida principalmente es el baile; la abeja que acaba de regresar de explorar los caminos, se coloca frente a la colmena y por medio de círculos, figuras de 8 y óvalos les comunica el lugar, la dirección y la distancia a la que se encuentra la fuente de comida.
Los insectos al igual que nosotros, necesitan una manera de comunicación para subsistir.