Escrito por: Mariel Hernández Maldonado
La tierra es muy bondadosa, si sabemos tratarla adecuadamente ella nos proveerá de lo necesario para sobrevivir únicamente alimentándonos de ella, así también si plantamos árboles nos darán sombra y oxígeno, sin duda aprender a apreciar lo que la tierra puede darnos es algo que todos deberíamos hacer. Puede llegar a parecer complicado mantener la tierra a salvo y limpia ahora que en todos lados se empiezan a construir complejos habitacionales inmensos, sin embargo hay maneras de hacer que un poco de verde pinte nuestros días.
Ya sea con paredes o azoteas verdes podemos hacer que un espacio citadino cualquiera se vuelva un jardín comunitario benéfico para quienes lo cuidan; plantar hierbas medicinales y comestibles es una ventaja que nunca estará de sobra, pero si tenemos un pedazo de tierra es la mejor opción para crear un espacio comunitario en el que no solamente se haga conciencia sobre la importancia de la ecología, sino que se abra un espacio de convivencia en una comunidad.
Los jardines comunitarios son una excelente manera de acercar a las personas a una actividad útil que las aleje de los vicios y los malos estilos de vida, así pues en Estados Unidos se empezó a experimentar con este tipo de jardines principalmente en las zonas más afectadas por la delincuencia, con lo que se vieron resultados increíbles. En Kentucky, el crimen y la violencia han empezado a reducirse notablemente desde que se instauraron las parcelas “community Garden and Kitchen” pues las personas empezaron a cobrar conciencia sobre los espacios en los que viven y así empezaron a mejorarlos; no solamente esto sino que las personas al conocerse en el cuidado del jardín tiene más comunicación entre sí, se saludan en las calles y se ayudan cuando lo necesitan.
La comunicación que se genera en un jardín comunitario es muy específica pues unifica a un barrio y crea una especie de fraternidad entre las colonias pues consideran el espacio del jardín como algo propio, algo que los representa y por lo tanto representa al lugar en el que viven; se sienten más identificados y buscan cuidarlo.
Otro punto importante en los jardines comunitarios es hacerles ver a quienes los cuidan que pueden sacar provecho de ellos haciéndolos su abastecimiento de verduras y demás comida orgánica sin tener que acudir al supermercado a comprarla, ahorrando dinero y mejorando sus costumbres alimenticias.
En muchos de los casos este tipo de actividades ha hecho las veces de terapia ocupacional, que ayuda a que aquellos habitantes desempleados o rechazados de las escuelas en vez de buscar una manera de unirse al crimen organizado, se interesen por tener un mejor lugar de vida.
Ahora los invitamos a leer nuestro artículo: Basura tecnológica: el legado de nuestra civilización