Muchos lugares turísticos por excelencia tienen como principal atractivo la posibilidad de hacer ecoturismo, que es la posibilidad de visitar diferentes zonas con atractivos naturales como selvas, arrecifes y otras atracciones naturales. Definitivamente es un éxito que atrae a cientos de miles de turistas al año, dejando ganancias importantes en los lugares. Pero también hay consecuencias negativas del conocido ecoturismo y son más graves de lo que pensamos. Para hablar de esto, debemos explicar ¿Qué es el ecocidio?
Las diferentes maneras de tratar el medio ambiente en donde el ser humano coexiste con otras especies es lo que determina cuánto tiempo las especies que intenta proteger sobreviven. El ecocidio precisamente tiene que ver con la manera en la que el uso de las diferentes zonas naturales afecta el ecosistema de un territorio en concreto. Este desgaste de los recursos naturales se puede dar de manera directa o indirecta sobre cualquier tipo de ecosistemas.
Este concepto tuvo su nacimiento en la guerra de Vietnam, en donde la empresa Monsanto utilizó defoliantes para causar daños irreversibles a bosques tropicales y cuerpos de agua. Otros materiales utilizados en la guerra como el napalm provocaron que la población indefensa que estaba siendo atacada, creara tribunales internacionales que ayudaran a analizar los daños ambientales de estas armas biológicas y se condenaran por dañar los ecosistemas.
El agente naranja que fue conocido por contener los colores del arcoíris, ha sido uno de los herbicidas más potentes que se ha utilizado, junto con las dioxinas que se utilizaron para envenenar el agua y matar aproximadamente a 10 millones de personas. No solamente las pérdidas humanas se lamentan a consecuencia de estos actos, sino que las tierras tardarán siglos en ser fértiles de nuevo.
Hoy en día se ha intentado que el ecocidio entre como crimen al Estatuto de Roma, fue analizado durante años, desde 1996 para ser finalmente excluido a pesar de la objeción de muchos países. Aún después de haber sido rechazado, el “proyecto ecocidio” liderado por la Universidad de Londres sigue investigando el asunto y busca reunir un millón de firmas para que finalmente la Comisión Europea en Bruselas decida criminalizar este acto. Si las firmas se reúnen antes del 21 de enero del 2014 se iniciará un proyecto de ley que criminalice las ofensas contra el medio ambiente dentro del territorio de la Unión Europea, dejando una tarea muy importante al resto del mundo en cuanto a la concientización sobre el medio ambiente significa.