Esta semana se llevó a cabo en la ciudad de Miami, Florida, el primer Simposio Mundial sobre Bienestar Animal, Enredamietos y Basura en el Mar, organizado por la Sociedad Mundial para la Protección Animal (WSPA por sus siglas en inglés). En el foro, donde se contó con la participación de el Programa de las Naciones Unidas para el medio ambiente (PNUMA) y más de 60 expertos en la materia, se habló de los problemas ambientales que producen la contaminación de los mares, así como la caza ilegal de especias protegidas como las tortugas, las focas y las ballenas.
De acuerdo a la información divulgada durante el simposio, son cerca de 135 mil las focas y ballenas que caen en redes de pesca cada año. El foro dejó claro que estos problemas son globales y que la desaparición de especies y la contaminación del agua deben ser abordados y resueltos no sólo por los gobiernos sino también por la sociedad civil.
Marcela Vargas, Coordinadora de la Campaña Océanos de WSPA para Latinoamérica y el Caribe, destacó algunos datos referentes al sufrimiento de ciertas especies como consecuencia de los desperdicios que son arrojados al mar. En particular, señaló que las tortugas pueden morir ahogada en cuestión de minutos si se enreda con bolsas de celofan o de algún otro plástico.
Igualmente, las ballenas que se enreden con equipo de pesca pueden arrastrarlo durante años, mientras sufren diversas heridas producto de las redes. También sufren infecciones e incluso pueden morir de inanición debido a que son incapaces de alimentarse adecuadamente.
El compromiso para hacer frente a estos retos debe provenir, sobre todo, de cada una de las personas, ya que es la única forma de reducir el desperdicio de “botellas y bolsas de plástico, latas, cuerdas y todo tipo de desechos que las personas lanzan al mar y ríos”. También se debe hacer consciencia de que las bolsas impresas, los adornos y juguetes plásticos, entre otros muchos productos, por bonitas que puedan ser, representan más un peligro para muchas especies marinas que un beneficio real para los seres humanos.
También se da el caso de aves que mueren porque confunden la basura que flota sobre ríos y mares con comida. Por el contrario, la violencia contra los animales, como la caza indiscriminada de focas y la caza de ballenas, debe ser abordada por los gobiernos de los países, ya que en ese tipo de situaciones son pocas las herramientas con las que cuentan los activistas independientes.