La construcción con piedra natural es el modo de levantar edificaciones más viejo que conoce el ser humano, además de los troncos y las hojas. La piedra ofrece una resistencia que pocos materiales para construccion pueden igualar, además de que son muy dudables y requieren, en términos generales, de pocos cuidados. También tiene un valor estético único, por lo que muchas personas la eligen por encima del cemento.
El México, son dos los tipos de piedra que se utilizan con mayor provecho. El tezontle es de gran valor en la construcción de hornos, tanto para alimentos como pan y barbacoas, como para las fábricas de ladrillos y otros materiales que requieren de cocción. Esto se debe a que, por su origen volcánico, guarda y distribuye el calor. También se le utiliza en la decoración de jardines pues produce una sensación silvestre en combinación con las plantas nativas de México, y se le aprovecha sobre todo para la colocación de fuentes y otros cuerpos de agua.
Por otro lado, el tepetate tiene mucho valor como complemento para los cementos, más que como material de construcción en si mismo. El motivo es que su blandura lo vuelve ideal para ser molido o triturado, y luego añadirse a la mezcla del cemento. Se le puede encontrar abundantemente y es de muy bajo costo, aunque se le necesita en grandísimas cantidades, por lo que el costos se eleva más por volumen que por unidad.
Una de las rocas que más se utilizaron en México desde finales del siglo XIX y hasta la década de los veinte del siglo pasado es el mármol. Se trata de una piedra caliza que ha cristalizado a consecuencia de las presiones acumuladas al interior de la tierra, y son esas mismas fuerzas las que han creado las vetas coloreadas que le dan su aspecto tan característico.
A pesar de ser difícil de manipular por su enorme peso, y de cortar por su dureza, el mármol presente gran resistencia y durabilidad, por lo cual se le utiliza en grandes bloques o losas. El uso del mármol se remonta a más de cuatro mil años en el pasado, ya que en los templos y grandes palacios de la antigüedad se le consideraba uno de los materiales más preciosos para la construcción, especialmente el blanco, el cual es la forma más pura en la que se le puede encontrar.