Sin duda uno de los regalos más maravillosos que la naturaleza nos brinda, son los océanos, sea el que sea, los océanos se encuentran llenos de una gran variedad de vida de la que muchos de nosotros hacemos uso para preservar la nuestra. Debajo de las aguas de los océanos nos encontramos con especies tan variadas como personas en el mundo, llegando a ser tan misterioso que incluso se han escrito fantásticos cuentos y maravillosas historias y odiseas en torno al océano, incluso se dice que sabemos más de lo que hay en el espacio que de lo que hay debajo de las aguas oceánicas.
Estos majestuosos santuarios de vida silvestre y fauna desconocida hoy en día corren un gran riesgo debido a la utilización de unos de los materiales más dañinos y peligrosos que el humano ha tenido a mal inventar en su historia de existencia: bolsas de polietileno.
Estos si bien útiles artefactos para la vida humana han ocasionado cientos de daños irremediables y pérdidas trágicas en mares y océanos desde que en los supermercados, las tiendas de abarrotes, y básicamente en casi todos los establecimientos se empezaron a dar a los clientes estas bolsas, así fueran unos chicles del tamaño de una moneda de diez pesos, una bolsa de plástico era entregada al consumidor. Esto no estaría tan mal si las personas tuviéramos en general la cultura del reciclaje, pero las bolsas de polipropileno se han visto ni más ni menos que como basura después de una vez que han sido usadas, siendo desechadas después de un solo uso.
La gran mayoría de estas contaminantes bolsas de plástico llegan a dar a los mares y océanos, en donde cientos de especies se ven atrapadas en ellas, miles de arrecifes sufren daños irreparables por bolsas de plástico, animales marinos mueren por ingesta de estas tóxicas bolsas que quedan flotando en el mar después de que algún consumidor satisfecho sacó su producto de la bolsa y decidió tirarla en la primera esquina que viera.
Estas bolsas pueden ser reutilizadas un sinnúmero de veces, no solamente como bolsas, sino como protectores de pequeños objetos o como guantes para recoger excrementos de animales, sin embargo, el humano se ha dedicado a contaminar sin límite ocasionando miles y miles de muertes de especies marinas.