En el ramo de la construcción, uno de los desperdicios que más trabajo implican a la hora de deshacerse de ellos es el cascajo. Nadie lo quiere, no sirve para nada y ni siquiera el camión de la basura se lo puede llevar, ya que no puede ser arrojado a los depósitos de basura convencionales, sino que requiere de que sea levantado y desechado por equipos especiales dedicados a estas tareas. Por supuesto, hay un costo por la disposición de cascajo, y pocos son los negocios de construcción que están dispuestos a pagar por deshacerse de estos desperdicios.
Los resultados de esta complicada situación saltan a la vista en innumerables calles de la ciudad, donde se pueden ver pilas, a veces cerros de escombros de construcción, entre cascajo y residuos de cemento. Algunos lotes baldíos se utilizan únicamente para el fin de almacenar los costales y costales de cascajo inútil que se arrojan a altas horas de la noche para evitar las multas, las cuales, por cierto, son más elevadas por tirar desechos de construcción que por tirar la basura convencional.
Ciertamente, es un problema que el gobierno de la ciudad debe atender paralelamente al de los tiraderos de basura que ya no tienen capacidad para seguir recibiendo los desechos de la urbe. Existen algunas alternativas para disponer adecuadamente de estos residuos sólidos, aunque requiere de medidas en las que todos los involucrados, gobierno, compañías constructoras y empresas dedicadas a recolectar y manejar estos desperdicios, pongan su parte.
Una opción para reutilizar el cascajo es contar con plantas de procesamiento que muelan una y otra vez el cascajo para obtener arena, la cual podría utilizarse como relleno de muros en otras obras de construcción; si el cascajo es de los mismos materiales, o proviene de desperdicio de cemento, se puede emplear también como componente para producir más cemento, aunque esta opción es limitada, ya que requeriría gran esfuerzo por parte de las constructoras para separar sus residuos en lugar de juntarlos todos y deshacerse de ellos por igual.
Otra opción es utilizar estos residuos para cubrir los rellenos sanitarios, combinándolos con otros materiales que impidan las filtraciones de líquidos y el paso de los olores que expide la materia en descomposición. Nuevamente, se requiere del esfuerzo de todos para lograrlo, así como de la voluntad por parte del gobierno de la ciudad en implementar medidas novedosas para los viejos problemas.
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