No solamente para los animales que las consumen, sino para los humanos que consumen dichos animales, las bolsas de polietileno y bolsas de polipropileno empiezan a estar en la mira de las autoridades ecológicas por ser un peligro contundente, especialmente para las especies del mar. Estas bolsas de polietileno y bolsas de polipropileno como es bien conocido, no son biodegradables y permanecen en el ambiente hasta por 200 años, contaminando por generaciones y generaciones, el mayor temor de hoy en día es que directa o indirectamente, los humanos pueden estar consumiéndolas diariamente.
En Paraguay no hay una política que regule el uso y producción de bolsas de polietileno y bolsas de polipropileno, no se tiene en cuenta el daño que éstas le pueden hacer al medio ambiente, siendo que en otros países incluso se ha llegado a la completa prohibición de las mismas.
Al parecer, hace años en este país, se había iniciado hace dos años un proyecto en el que se proponía reducir la generación de basura en todos los comercios, ya fueran grandes o chicos, pero este documento a pesar de ser aprobado, no fue reglamentado por nadie, llevándolo al olvido e incumplimiento, de haberse llevado a cabo, este proyecto consistía en que todas las personas que fueran a algún comercio por víveres u otros productos, debían llevar sus bolsas reutilizables de tela, reduciendo no solamente el peligro por exceso de uso de bolsas de polietileno y bolsas de polipropileno sino también reduciría el gasto de los negocios.
Se tiene la intención de seguir insistiendo en este tema, pero mientras no sea reglamentado, será difícil ponerlo en marcha, se propone que no sea solamente Paraguay quien prohíba el uso de bolsas de polietileno y bolsas de polipropileno sino que se haga una tendencia mundial en la que se empiece a tomar conciencia sobre la contaminación masiva que el uso indiscriminado de estos productos ocasiona al medio ambiente.
El mayor de los riesgos ocasionados por las bolsas de polietileno y bolsas de polipropileno se puede ver reflejado en el mar, ya que la mayor parte de estas bolsas terminan flotando en el mar, yéndose a los arrecifes y matando a cientos de especies. Estas bolsas de polietileno y bolsas de polipropileno son arrastradas por los ríos que desembocan en los mares, evitando el desarrollo de nuevas especies y la muerte de las ya existentes.